publisidad 2

martes, 13 de marzo de 2018

La Vida De Cristiano Ronaldo




Desde niño, las condiciones de Cristiano resaltaban por sobre los demás. Él se dio cuenta de aquello. Debía trabajar en su físico, ya que el talento natural estaba. Y es que “es verdad, yo era muy flaco. No tenía músculo. Así que a los 11 años tomé una decisión. Ya sabía que tenía más talento que los demás. En ese momento decidí que también iba a trabajar mucho más duro que ellos. Ya no iba a jugar como un niño. Ya no me iba a comportar como un niño. Iba a entrenar con la convicción de que iba a llegar a ser el mejor del mundo
Le costó alejarse de su familia, a la que veía cada cuatro meses. Por eso, hoy no se imagina si su hijo siguiera dichos pasos, ya que le daría duro en su condición de padre. “Me parece una locura cuando lo recuerdo. Mi hijo, Cristiano Jr., tiene 7 años en estos momentos. Solo pensar en cómo me sentiría si dentro de 4 años estuviera ayudándole a hacer las maletas para mandarle a París o Londres… prefiero ni imaginármelo. Estoy seguro de que para mis padres fue muy duro en su momento”, manifestó el portugués.

Cuando tenía doce años ya quería ser Figo. Llegó a jugar con él esa Eurocopa del 2004 que su selección dejó escapar en su país. Inolvidables las lágrimas del joven Ronaldo,  A los quince años, Cristiano vivió un momento trágico, decisivo para el futuro de su vida. Y de su carrera. Ya pertenecía al Sporting de Lisboa, que en realidad se denomina Sporting Clube de Portugal. Había realizado una prueba y le habían fichado, claro. Su valentía, su velocidad, su carácter y su agresividad en ataque fueron virtudes admiradas por los ojeadores del equipo de la capital. Todo se podía acabar cuando se le detectó un problema de corazón que pudo retirarle del fútbol. El Sporting informó a su madre, Dolores dos Santos, de su dolencia cardíaca. Necesitaban su permiso para operarle y ver si el problema tenía solución o había que colgar las botas a los 16 añitos. 

 Doña Dolores, la persona que ha estado siempre a su lado hasta llegar a ser el número uno, dio permiso para la intervención quirúrgica. Se le operó con láser. Todo salió bien. Ya no había lesión. Podía continuar su sueño de ser futbolista. Pocos días después exigía entrenarse de nuevo. Volvía a empezar, con mayor ilusión.
Cristiano debutó en la Primera división portuguesa, con el Sporting, a los 17 años. Había nacido una estrella. En su segundo partido ya marcó dos goles. Toda Portugal sintió que tenían otro ídolo de futuro. «Pero de estrella no tenía nada», asegura Mendes. «Sabía que tenía que trabajar mucho para triunfar».


Luis Figo, su ídolo de la niñez, le definió perfectamente. Le vio ejercitarse en el Sporting de Lisboa y tuvo claro su porvenir. «Ese chico será un grande». No lo decía por su calidad como delantero. Lo calibró al verle entrenarse por las tardes, en solitario, en el gimnasio. Después de las sesiones con toda la plantilla, este chaval de 16 años, fibroso, enjuto, delgado, todo nervio, seguía preparándose con pesas y con ejercicios para mejorar sus músculos, su velocidad y su disparo de faltas.
«Ese es su secreto, hoy sigue trabajando igual», indica Coentrao, su amigo, el hombre con el que va y viene en coche a los entrenamientos del Real Madrid. Pepe, su otro amigo portugués, le emula en ese trabajo stajanovista. «Cristiano es el mejor del mundo, solo piensa en entrenarse para serlo».

con 19 años, al perder la final en Lisboa frente a Grecia. En casa siempre escuchó hablar de Eusebio, Torres, Coluna. Quería ser uno de ellos. Y lo es. Incluso los ha superado. Es el mejor futbolista del mundo. Es la historia de una superación constante.

Soñar a lo grande ha sido lo suyo. Anhelaba vestir el uniforme de su selección y cumplir el sueño de hacer historia en el Manchester United, ya que “solía ver la Premier League por la televisión cada fin de semana. Me fascinaba la velocidad a la que se jugaban los partidos y los cánticos de los aficionados. El ambiente me ponía la piel de gallina. Cuando me convertí en jugador del Manchester, fue un momento de máximo orgullo para mí. Pero creo que lo fue más para mi familia”.


Al principio, ganar trofeos era muy emocionante para mí. Recuerdo cuando gané mi primera Champions con el Manchester, las emociones me superaron. Lo mismo con el primer Balón de Oro. Pero mis sueños eran cada vez más grandes. Supongo que así funcionan los sueños, ¿no? Yo siempre había admirado el Madrid y quería un nuevo reto. Quería ganar trofeos con el Madrid, romper todos los récords y convertirme en una leyenda del club”, destacó el poseedor de cuatro Balones de Oro.
‘CR7’ es consciente que un club como el Madrid, uno de los más importantes del mundo, es obligación obtener triunfos constantemente. “Si no lo ganas todo, hay gente que lo considera un fracaso. Esas son las expectativas que genera la grandeza. Ese es mi trabajo”. Su profesión lo hace feliz y le ha traído momentos imborrables. De esos que permanecen en la memoria toda la vida.
CR7 firmó por el Manchester United en 2003 y comenzó esta proyección que le ha catapultado hasta el Real Madrid, donde ha alcanzado la cumbre. Florentino Pérez ensalza esa clave del éxito de Cristiano: «Lo ha conseguido todo y no piensa más que en continuar siendo el mejor. Solo se dedica a ello. Es lo único que tiene en la cabeza», subraya el presidente del Real Madrid.

Hablamos de su juventud y de su madurez porque sigue trabajando igual. «Se levanta con su hijo y suelen desayunar juntos», explican las personas que conviven habitualmente con el Balón de Oro. «El chaval se va al colegio y Cristiano viene a Valdebebas. Aquí se entrena con la plantilla, pero siempre realiza ejercicios concretos para mantener y mejorar su musculatura». Es un futbolista todo potencia, un atleta, y debe consolidar esa explosividad con un trabajando específico diario.
Su hijo, Cristiano Ronaldo júnior, es su debilidad. «Se echan una siesta juntos siempre que pueden. Luego, mientras el chaval hace los deberes, Cristiano dedica una o dos horas, siempre que puede, a hacer natación, para tonificar sus músculos de otra manera». Mendes siempre destaca este trabajo físico extra.
Hay un momento con mi hijo que va a quedar grabado para siempre en mi memoria. Cuando lo recuerdo, me emociono. Es el momento justo después de ganar la última final de la Champions en Cardiff. Acabábamos de hacer historia. Tras el pitido final, sentí que había mandado un mensaje al mundo. Pero entonces mi hijo entró al campo a celebrar conmigo… y la emoción cambió al instante. Él estaba corriendo de un lado para otro con el hijo de Marcelo. Agarramos el trofeo juntos. Y después paseamos por el campo de la mano”, contó la estrella del cuadro merengue.

Finalmente, Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro develó su ritual antes de salir del camerino al verde césped. Tiene un mensaje en el talón en los botines con los que anota innumerables goles, el cual lee para recordar el origen de sus gestas: “Tengo un mensaje muy especial grabado en mis nuevas botas Mercurial. Está justo en el talón y es lo último que veo antes de atarme los cordones e ir hacia el túnel. Es como un último recordatorio, la última motivación. Dice, ‘El sueño del niño’”.


Esta informacion fue tomada de:
https://www.elespectador.com/deportes/futbol-internacional/cristiano-ronaldo-y-su-lucha-por-ser-el-mejor-del-mundo-articulo-716357
http://www.abc.es/realmadrid/noticias/20150205/abci-cristiano-ronaldo-historia-superacion-201501251835.html

publisidad 1